il cavallo davanti al toro

El enfado de un cliente con su Ferrari a principios de los 60 dio origen a una batalla que ya dura más de medio siglo.

Ferrucio Lamborghini: "Los Ferrari sólo me crean problemas. Llamé a Enzo para decirle que sus automóviles son pura basura".

Enzo Ferrari: "Un fabricante de tractores no puede entender mis coches".

La historia de Ferrari se remonta a bastante antes. Enzo Ferrari pasó de ser piloto de Alfa Romeo (1924) y montar la Scuderia Ferrari (1929) a establecerse por su cuenta a través de la empresa Auto Avio Costruzioni. Allí nació el que puede considerarse el primer Ferrari, el 815 Spider (1940), aunque para encontrar el inicio de lo que es hoy la empresa hay que avanzar siete años más, el momento en el que salió el primer automóvil por la puerta de su mítica factoría de Maranello, el 125 S. La historia de éxitos del Il Cavallino Rampante sería inmediata. Su primer campeonato de F1 llegaría en 1952 con Ascari.

Pero volvamos a los 60. Lamborghini Automobili se funda oficialmente en 1963 en Sant Agata Bolognese, a apenas 37 kilómetros de Maranello. Ferrucio era una persona adinerada gracias a sus otros negocios, lo que favoreció el rápido lanzamiento de varios modelos exitosos: el 350 GTV, el 350 GT, el 400 GT... Luego llegaron los automóviles con nombres relacionados con los toros, como el Miura, el Espada. A finales de la década, Lamborghini era ya un duro competidor, mientras Enzo Ferrari vendía a Fiat la mitad de las acciones de la firma.

Los años 70 y 80 vieron la llegada de grandes modelos que hicieron a ambas firmas conocidas en todo el mundo, aunque también atravesaron por problemas. En el caso de Ferrari, destacan en estos años el 308 GTB, el Testarrosa, el 288 GTO o el F40, lanzado por el 40 aniversario de la firma. Se convirtió en el último coche creado con Enzo Ferrari, que poco después murió, y el automóvil más caro del mundo: 40 millones de pesetas.
Lamborghini también tuvo modelos míticos, como el Countach o el Gallardo.

Ferrari y Lamborghini, el caballo frente al toro, es la historia de una gran rivalidad que pese a ello apenas ha tenido reflejo en los circuitos (Lamborghini ha tenido sus motores en la F1, pero nunca con un equipo propio). Sí, en cambio, en lo verbal. Pocas palabras habrán dolido más en Maranello que cuando Frank Sinatra dijo: "Usted conduce un Ferrari cuando quiere ser alguien y un Lamborghini cuando ya es alguien". Admiradores tampoco le han faltado a Ferrari, cuyo fundador también dejó más de una perla: "Cuando usted compra un Ferrari, paga por el motor. El resto se lo doy gratis".

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